De psicología evolutiva y la cultura material

Los colores vivos en los juegos y juguetes para niños no solo representan un estímulo sensorial y cognitivo, sino que también adquieren una profunda dimensión sociocultural que moldea su desarrollo e interacción con el mundo.

Los colores vivos sirven como marcadores sociales que comunican roles de género, estatus e identidad desde una temprana edad. Los estudios de autoras como Sutton-Smith (1983): https://files.eric.ed.gov/fulltext/EJ1176006.pdf han demostrado cómo los juguetes con colores tradicionalmente asociados a un género (por ejemplo, rosa para niñas y azul para niños) influyen en las preferencias y comportamientos de los infantes, reforzando estereotipos de género y expectativas sociales.

Los colores vivos en los juguetes también reflejan los valores y la cultura de la sociedad en la que se desenvuelven los niños. Juguetes con colores llamativos y personajes populares de la cultura infantil transmiten mensajes y narrativas que moldean la percepción del mundo de los pequeños, influenciando sus aspiraciones, valores y comportamientos.

Los juegos y juguetes con colores vivos facilitan la interacción social entre los niños, promocionando el aprendizaje de normas sociales y culturales a través del juego compartido. Al jugar con otros niños, los infantes aprenden a compartir, negociar, resolver conflictos y cooperar, habilidades esenciales para su desarrollo social y emocional.

Es importante destacar que la percepción e interpretación de los colores varía según las culturas y contextos sociales. Lo que se considera un color vivo y atractivo en una cultura puede no tener el mismo impacto en otra. Por lo tanto, es crucial considerar el contexto sociocultural al analizar el papel de los colores en los juegos y juguetes para niños.

A continuación, se detallan algunos de los beneficios específicos de los colores vivos en los juegos y juguetes para niños:

1. Estimulación visual y desarrollo sensorial:

Los colores vivos captan la atención de los bebés y estimulan su desarrollo visual. A medida que crecen, los niños comienzan a diferenciar y reconocer los colores, lo que fortalece su percepción visual y la coordinación ojo-mano.
Los juguetes con diferentes texturas y colores estimulan el sentido del tacto de los niños, lo que les ayuda a explorar y aprender sobre el mundo que les rodea.

2. Aprendizaje y desarrollo cognitivo:

Los colores vivos facilitan el aprendizaje de los niños. Se pueden usar para enseñarles sobre diferentes conceptos, como colores, formas, tamaños y animales.
Los juguetes coloridos estimulan la creatividad y la imaginación de los niños, lo que les anima a explorar diferentes escenarios y posibilidades durante el juego.

3. Desarrollo emocional:

Los colores vivos pueden despertar diferentes emociones en los niños. Por ejemplo, el rojo se asocia con la energía y la emoción, mientras que el azul se asocia con la calma y la tranquilidad.
Jugar con juguetes de colores vivos puede ayudar a los niños a expresar sus emociones y a desarrollar su inteligencia emocional.

4. Atracción y motivación:

Los colores vivos son más atractivos para los niños, lo que les anima a jugar e interactuar con los juguetes.
Esto puede ser especialmente beneficioso para los niños que son tímidos o que tienen dificultades para concentrarse.

En conclusión, los colores vivos en los juegos y juguetes para niños no solo son estímulos sensoriales, sino que tienen una profunda dimensión sociocultural que moldea su desarrollo cognitivo, emocional y social. Al comprender la psicología evolutiva y los factores socioculturales que influyen en la percepción e interacción de los niños con los colores, podemos promover un uso más consciente y responsable de los juguetes en la educación y crianza de los infantes.

Foto de Magda Ehlers: https://www.pexels.com/es-es/foto/texto-de-color-1279813/