Bailar
Una vez un amigo me dijo que la vida es como bailar. Que te aprendes los pasos y los ensayas hasta que te salen bien. Que si te equivocas, lo intentas de nuevo.
En la película Scent of a Woman, Al Pacino dijo: «La vida es como el tango: te equivocas, das otro paso. Sólo haz tango».
Lo que me dijeron cuando viví aquella aventura de tomar clases de ballet para adultos fue que los pasos debían ser perfectos desde el primer intento, sin importar que se hagan con lentitud. Mejor la lentitud, pero lo importante es que el cuerpo guarde los movimientos en su memoria.
Creo que en realidad, para aprender una coreografía, es ir paso por paso, uno a la vez. Y ensayar mucho. Visto de esa manera, uno nunca podrá bailar. Y se vale de todo: observar, ejecutar, imitar. Pero ante todo, seguir el ritmo. Luego entonces, el baile no se puede practicar cuando se tiene ansiedad.
No puedes hacer un paso y pensar en el que sigue. Hay qué ejecutar los pasos uno por uno, y la precisión es lo más importante, sin importar qué tanto se tarde uno en aprendérselos. Así debería ser todo en la vida, al menos en una persona como yo. Siempre he sentido fascinación por el baile, pero por una u otra razón, nunca me ha salido. Creo que debo replantear mi visión del baile: Paso por paso, y ejecución antes que velocidad. Sin duda ver la vida con ese enfoque me ayudará mucho con los planes que se vienen, que son varios. Y claro, para intentar bailar de nuevo, aunque sea en mi habitación cuando nadie me vea.
Y hacer que la galanura y la gracia luzcan.
🙂
Foto: Florinamad.gr
Hoy buena música y una bonita entrada con ritmo. Lo justo para un día de fiesta como el de hoy. Saludos. 😀
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A veces el ritmo es necesario. Así me sentí en esos momentos. ¡Saludos! 🙂
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